Lyme enfermedad: ¿Qué es, y como puedo prevenirla?

Los animales, bichos e insectos pueden causar múltiples enfermedades que pueden llegar a ser mortales para otros animales, como también para el ser humano, el dominante mamífero que está en cada rincón del planeta. Una de estas enfermedades puede venir de la mano de una garrapata, y es conocida como la lyme enfermedad, una condición que de no tratarse a tiempo, puede tener consecuencias crónicas a nivel de salud.

Este tipo de enfermedad afecta también a otros animales, como mosquitos, y los convierte en otro agente patógeno capaz de transmitir esta enfermedad de forma indiscriminada hacia diferentes humanos, por lo cual hay que tener sumo cuidado. Y aunque amamos a nuestras mascotas del hogar, como los perros, resulta que las pulgas también pueden ser transmisoras de esta enfermedad.

La bacteria que afecta el organismo lleva como nombre Borrelia Burgdorferi, y puede presentar síntomas o indicios que se camufla entre otras condiciones, haciendo de su diagnóstico uno de los más complicados por parte de médicos expertos, ya que tienden a no realizar las pruebas indicadas. Para evitar esta situación, la recomendación principal es llevar al insecto en un frasco hasta el centro médico más cercano, donde puedan identificarlo, pero de no ser posible lo más recomendable es hacer el relato de la historia sobre cómo creemos que es la condición que estamos padeciendo, y nuestro médico especialista podrá realizar las pruebas pertinentes.

Los diferentes síntomas a través de las fases de la lyme enfermedad

Como en todo, está enfermedad es transitoria, por lo cual su diagnóstico y tratamiento debe ser administrado a tiempo para evitar cualquier consecuencia a largo plazo. Desde su fase más inicial, nos encontramos con lo que la medicina ha denominado como ‘lyme precoz’, es decir, la fase donde hemos recibido la mordida de la garrapata, y han comenzado a transcurrir los días.

En este sentido, podemos ver entonces como nuestro cuerpo comienza a manifestar algunos síntomas que enciende todas las alarmas: fiebre, malestar general y dolor de cabeza son los más frecuentes durante la fase inicial, aunque también se han visto casos donde los pacientes presentan rigidez muscular y dolor en las articulaciones.

Cuando la lyme enfermedad es detectada en una fase tan temprana como esta, se procede a realizar un tratamiento que no es muy agresivo, contando con el apoyo de antibióticos que sea capaz de eliminar la bacteria de forma eficaz, y entonces no habrían mayores consecuencias. Sin embargo, cuando estos síntomas no se han presentado, es posible que la enfermedad avance con el paso del tiempo, dando entonces paso a un estado de diseminación temprana.

Cuando el lyme enfermedad es diagnosticado en este punto, pueden haber múltiples factores que influyen en la posibilidad de hacer la prueba correspondiente, es decir, se pueden presentar algunos de los siguientes síntomas: parálisis facial, o un sentimiento de debilidad en los músculos del rostro, taquicardia o cambios repentinos en el ritmo cardíaco, dolor en el pecho combinado con dificultad para respirar, y uno que otro sentimiento de entumecimiento.

Ahora, cuando la enfermedad ha llegado a una fase crónica, los daños en el organismo pueden no tener una rehabilitación satisfactoria, puesto que abarca tres esferas importantes del desarrollo humano: primeramente, se pueden apreciar afecciones a nivel de locomoción, mediante dolores articulares y musculares, también neurológicos, ya que aumenta la sensibilidad de la persona, como también puede influenciar en la presencia de problemas psiquiátricos, y problemas mucho más serios como la inflamación del cerebro y la médula espinal, es decir, el sistema nervioso central.

Cómo prevenir está terrible enfermedad

Sabiendo que la enfermedad proviene directamente desde la mordedura de una garrapata, debemos tener en cuenta que siempre estaremos en riesgo si  nuestra mascota tiene garrapatas en su cuerpo, por lo cual debemos estar atento a las señales más comunes que el mejor amigo del hombre otorga: si se rasca y llora mientras lo hace, es posible que haya una garrapata en su piel.

Realiza una revisión exhaustiva utilizando métodos de seguridad como guantes de látex, y en caso de encontrar alguna, elimínala con mucho cuidado. Ademas de los shampoos para prevenir garrapatas, también puedes usar una infusión de manzanilla, aplicándola con un trapo una vez que la misma este tibia.

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